Lo’ Pibitos en su salsa

Cuatro años separan al primero del segundo disco de Lo’ Pibitos, banda que en 2011 se había propuesto como un dúo de MC’s (cantantes) bien urbanos, decididos a sonar en medio de los fiestas con un hip-hop rap de mensaje consciente solapado con dance.

 

Cuatro años en los que claramente la decisión fue redescubrir el sonido, apuntar alto y sacar un disco que rompa con lo que venía pasando. Y qué mejor que hacerlo con funk, disco, reagge y muchìsimo ritmo, producido casi hasta el detalle, como los géneros lo demandan.

Las guitarras del disco (en especial la de Rodolfo Arbe) la rompen toda, a veces haciéndose notar y otras tantas acompañando y poniéndole un colchón poderoso al disco, que cuenta con una función excepcional de toda la banda en su conjunto, con momentos brillantes de bajo y sintetizador.

El disco te va llevando, a veces más bailable, a veces mas tranquilo, siempre moviendo la cabeza y por momentos con mucho mensaje consciente de parte de ambos MC’s. El sonido, picante como el ajo y dulce como la miel, como dicen en Mágico (canción reversionada de Bienvenidos Al Presente), te envuelve y te sintoniza durante los 40 minutos.

Tan bien planeado esta el disco y en algún punto tal es el concepto artístico del mismo, que el comienzo, el final e incluso el punto medio de la obra son instrumentales, lo cual demuestra el desinterés de los MC’s por ser los grandes protagonistas del show.

Pero no sólo los músicos y las voces están en sintonía, los invitados, punto siempre interesante del disco, no se quedan atrás. Julian Kartun deja muchísimo de su impronta en El Ritmo de la Vida, un reggae hecho a su medida que calma las aguas en el principio del álbum y Pablo Vidal, saxo de El Kuelgue, le da ritmo y onda a El Cielo Espera para encarar el cierre.

A Punto Caramelo llega para romper completamente con la escena under local. Encarando un proyecto completamente distinto a todo lo que se puede encontrar, con una precisión y un laburo notables, terminan por superarse a ellos mismos y a varios de los discos salidos en el mismo año.

Con todo cocinado y en su punto exacto (a punto caramelo, si, teníamos que hacerlo) los pibes te tiran que el disco va para “Relajar, disfrutar, armonizar, moverlo y vibrar, como el humo echarse a flotar” y la verdad que si, es mas, desde acá nos animamos a decir que da como para caricias y algo más (?).

Como resumen del disco, que discursivamente busca llamar a relajar un toque la cuestión y unirse todos en buscar algo mejor, Lo’ Pibitos llama a que “la luz ilumine, que ilumine la razón” y si, con tanto ritmo como decirle que no.

Nacho Casserly